Llevo meses usando la plataforma digital pública de préstamos de libros. Nuestra biblioteca online, vaya. Con sus idas y venidas, con su cambio de empresa de por medio, ahora es una buena opción de leer gratis, con casi todas las novedades editoriales, durante el resto de nuestra vida. Y de una manera legal, apoyando a los creadores.
Pero no es tan fácil, carajo.
Lo primero, entrar en la web de tu Comunidad Autónoma (según el Ministerio, estas palabras van en mayúsculas). Por ejemplo: http://madrid.ebiblio.es/opac/
Lo segundo, tu usuario y contraseña. Tu usuario: el número de abajo de tu carné de biblioteca. Tu contraseña, la fecha que aparece en esa tarjeta sin las barras invertidas. Si no funciona, vete a tu biblioteca. Ojo, siempre hablo de la tarjeta de tu Comunidad, no la del Ayuntamiento.
Luego tienes el catálogo. Yo me lo tomo como las estanterías de unos grandes almacenes: una pequeña basura en el que El jardinero fiel está en Ciencia Ficción. Lo mejor es buscar lo que uno quiere o ir de sinopsis en sinopsis como cuando éramos adolescentes en la FNAC. Y todo funciona como con las bibliotecas convencionales, con sus tiempos, con sus limitaciones obvias, con sus veinte días y luego poder coger prestado el libro otra vez.
¿Cómo leer en esos veinte días?
- En el navegador de tu ordenador o de tu Kindle. Jamás lo he usado.
- Usando Adobe Digital Editions. Con este programa te descargas el libro, lo abres con él y lo transfieres a tu lector de libros electrónico. Funciona perfecto, solo tienes que abrir una cuenta en Adobe y en un minuto tienes tu .epub en tu lector, en la mejor versión posible. Tardas más quitando los banners de esas páginas tan azarosas, y lo sabes. Aquí un manual.
- Leyendo en tu móvil. ¿Se puede? Sí. ¿Merece la pena? Mucho, te saca de dos apuros si no tienes lector o te gastas más de cinco pulgadas. ¿Cuál es el problema? El programa que puedes encontrar en las tiendas de Google o Apple es una enfermedad. Ni se te ocurra bajarlo: va todo lento, no hay opciones de visualización, nada: enfermedad: enfermedad. Pero hay otra gran opción, y gratuita, además: Pocketbook.
En esta aplicación simplemente introduces tu cuenta de Adobe, te bajas el libro desde la web de ebiblio (desde el propio móvil, no te hace falta el ordenador para nada), y te lo convierte él en .epub, sin quitar el DRM, sin bordear legalidad alguna. Lo bueno es que tiene todas las opciones que esperabas: cambio de brillo, modo noche, barra de estado, cambio de fuentes y de párrafos: todo. Y gratis. Y legal: perfecto.
Ojalá mis novelas estén allí pronto.
Ojalá esto le sirva a alguien.
Pronto mi nueva historia. Pronto podrás perderte, si quieres, en una caminata a la que jamás tendrías que haber ido.
Muy pronto.
Ya mismo.
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