Quisiera vivir leyendas de otras eras
Y quisiera estar todavía por nacer
Para ver un mundo que yo ya no conoceré
Y quisiera estar todavía por nacer
Para ver un mundo que yo ya no conoceré
RED WINE - ESPERANDO
Ayer disfrute, a solas, de un concierto. Aunque he perdido la habitualidad de tiempos pasados, siempre me viene bien recordar los sonidos que me han acompañando desde adolescente. Tocaban Opera Magna y Darksun en mi barrio. En el concierto de los segundos tocaron una canción llamada Tocar el Sol, en la que explican como un hombre futuro juega a ser dios explorando el espacio. Pronto mi mente se fue a otra canción, esta vez de los riojanos Red Wine, que es la que tenéis en video. Me acordé, justo, de la estrofa de arriba. Y me deprimí. Caí en la cuenta de que solo soy un hombre y de que voy a morir, aunque no tenga miedo a la muerte. Me explico. Llegaré, a lo sumo, a los cien años. Pienso en lo que el ser humano ha alcanzado en apenas tres décadas que llevo a su lado, y me impresiona (hablo en exclusiva de los progresos científicos). Se que viviré cosas que ahora, en 2012, pensamos que son imposibles de conseguir. Lo se y estaré preparado. Pero me deprime enormemente saber que un día moriré y que todo será oscuridad (o lo que tenga que venir tras dejar de existir, eso a mi no me corresponde). No viviré en mi propia piel experiencias inimaginables. Soy un admirado seguidor de la ciencia ficción y solo encuentro refugio en sus palabras, pero quiero ser yo (junto a Laura, la otra parte de mí) el que surca el espacio, descubra universos, y tenga miedo de la plenitud del vacío. Eso no lo viviré. O al menos eso parece que será. Quizás por ello, en mi Amargo Despertar, halla destruido a toda la especie humana, por puro egoísmo. Si yo no podré, nadie lo hará.
¿No tenéis vosotros esa sensación? Os saluda,
Alberto.