Aún me cuesta creerlo, pero parece que ya llegó mi descanso. El descanso por necesidad, como cura a casi todos mis males. El descanso como descubrimiento, como abrazo. El mío será el primer verano con "El amargo despertar", una historia que ya siempre me acompañará, allá a donde vaya. En menos de una semana estaré en Gijón, en su Semana Negra, presentándolo. Todo un lujo para mí. Al igual que hacer lo propio en mi pueblo, en dónde me acompañarán, quizás, amigos y curiosos de la zona minera leonesa y, seguro, su paisaje, el que inspiró tanto a mi primera novela. Será cómo la vuelta al principio. Espero encontrarme con muchos de vosotros en mis viajes.
Os dejo las portadas de los que me acompañarán, a día de hoy, por parte de la Península.
¿Qué os parecen? Quizás os pueda dar más novedades mientras las lea. Quién sabe.
Os saluda,
Alberto.