lunes, 11 de agosto de 2014

Visiones de un Celsius extraordinario

2comentarios

Tengo suerte. Me recuerdo a los doce años con El Señor de los Anillos de la biblioteca, con dieciocho en un camping de Santander con el Lolita de Nabokov o con treinta con mi mujer compartiendo a Auster, Olmos o Hemingway. Recuerdo los años por los campamentos a los que fui y por las lecturas que me acompañaron. Porque siempre fui lector, de esos de te gastas demasiado en cultura, amor mío. Luego solo la curiosidad y el trabajo me han llevado a mi aquí y a mi ahora. La curiosidad y el trabajo, nada más. El aquí y el ahora, con toda esa gente aplaudiendo a un desconocido para comprarle luego su segundo intento. Algunos de ellos referentes, como José Carlos Somoza o Susana Vallejo. De pie.


El resto del tiempo hice de lector-fan-estetíoesunpesado. Me sale del alma esto:







A saber: Rothfuss, Belcebú (Bueso), Adrián, Dmitri y Powers. Todo esto por la curiosidad y el trabajo, que me hacen ser un pequeño mediocre de poco más de treinta años. Todo esto por Rubén, mi editor; por Jorge Iván y su equipo, organizadores; por Laura, que me deja gastarme el sueldo en (más) novelas.
Avilés: volveremos.

Y, luego, las fotos de mi señor aitachu: Fotos de José Luis González.
Y, luego, tú. No te duermas.
 

La letra permanece © 2012

Blogger Templates by Splashy Templates